Aquà llega la coordinadora de Ranger para contar cómo ha sido la primera salida de esta ronda
que promete ser la caña.
Comenzamos la salida el sábado 22 de noviembre a las 9.30 en el parque de la Cruz Roja donde nos esperaban nuestros responsables. Allà nos dividimos en tres grupos para poder llevar a cabo los talleres de la mañana. Fueron muy interesantes porque en cada uno aprendimos cosas nuevas. Uno era de socorrismo en la Cruz Roja donde nos enseñaron las nociones básicas para actuar en caso de accidente y luego las utilizamos para resolver unos casos prácticos. Con el de naturaleza, impartido por Maribel, aprendimos a conocer y descubrir el entorno que nos rodea. El último taller que tenÃamos preparado para esa mañana fue el de socorrismo acuático, para el cual tuvimos que ir a las piscinas del PlantÃo. En este taller, David nos enseñó a socorrer a la gente en caso de ahogamiento y al final nos dejó jugar un poco. La mañana fue muy entretenida y se nos pasó volando.
Fuimos a la Dele a comer y tras un rato de tiempo libre en el parque vino el autobús que nos iba a llevar a nuestro próximo destino: Poza de la Sal. Llegamos a las 17.30 y tras dejar nuestras cosas en las habitaciones, hicimos un taller la mar de
bonito: una alfombrilla para el ratón del ordenador con forma de ratón.
A las 20.30 cenamos todos juntos una cena de lo más variada, con perritos calientes, sandwiches y picaplus. Tras la cena, llegó una velada de lo más terrorÃfica, la Casa del Terror. El emplazamiento ayudaba a crear un ambiente de lo más fantasmagórico. Tuvimos vampiros, niñas poseÃdas, niñas del pozo, carceleros…Fue una noche de miedo, pero nos encantó. En cuantito acabamos la velada, nos fuimos a dormir porque habÃa sido un dÃa muy completo, que nos habÃa dejado muertitos a todos de cansancio.
A la mañana siguiente nos levantamos prontito. Desayunamos y nos fuimos a Poza de la Sal a visitar el aula de interpretación de las salinas y luego ver las salinas. ¡Qué currantes eran nuestros antepasados! Pero todo no fue solo aprender cosas, sino que también tuvimos tiempo para jugar. ¡Qué risas que nos echamos!
Volvimos al albergue a comer unos merecidos macarrones con chorizo. Tras la comida tuvimos un divertido juego patrocinado por Cucaña y un dulce postre debido al cumple de compañero de Castores.
Tras recoger el albergue y dejarlo como los chorros del oro, volvimos a casa con la mochila cargada de aventuras que contar. Y esto es todo por el momento. Pronto volveremos con más noticias. Hasta pronto.